Trazos de viento y de espuma. Lluvia de estrellas en la soledad de mis noches. Cantos rodados, pulidos por el revenir de mis olas. Locura de mis días y nostalgia de mis tardes muertas.

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Nombre: Luis David
Ubicación: Sta. Ana Chiautempan, Tlaxcala, Mexico

"Sólo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo." Woody Allen

jueves, enero 05, 2006

San Juditas Indocumentado



Uno se la juega cuando cruza por el desierto. Que si no es la migra, son los animales; cuando no es el pollero es son las maras, pero siempre sale uno jodido, seño. Y qué se le va a hacer. Acá está el jale y pues ni modo.

Antes sí, año con año nos regresábamos al pueblo para las fiestas patronales. Había que estar allá y cooperar con la capillita. Luego nos daban cargo y esas cosas o se cumplen o no se le entra. Después el regreso se ponía pelón porque había que brincar el muro y cruzar el desierto otra vez. Está canijo.

Por eso nos juntamos y en una ida al pueblo nos trajimos al santo. Tanto estar ya vas ya vienes para visitarlo y hacerle la fiesta en grande, y ya mero que por andarle haciendo a la devoción en una de esas no llegamos. Mejor que se venga él para acá. Total… allá no queda nada.

San Juditas estaba en la capilla del cerro. Allá lo teníamos bien arreglado y siempre con su ropita nueva, sus veladoras prendidas y alguna vieja que lo vestía y lo desvestía y le barría la el piso.

Pero ya todos andamos por acá y aquello se mantiene con lo que le mandamos a los jefes. Ellos ya no se quieren mover, si no ya los tendríamos aquí. Ellos mantienen los campos sembrados y las tienditas con mercancía. Con la lana que les llega van construyendo la casa estilo gringo: alta, llena de cuartos y todo adentro. A lo mejor nunca la terminamos pero, así es esto. Y lo que sea de cada quien, nuestras casas son mejores que las de los gringos, de pura obra y acabados de verdad. No que las de por acá son de madera y todo de a mentiritas. Si se prenden se acaban, seño. Las nuestras a lo mucho quedan tiznadas, pero completitas.

Mi pueblo está en las faldas de la montaña. Enorme, llena de bosques y barrancas. Ya era un pueblito viejo que se estaba muriendo de soledad y pobreza. Poco a poco nos empezamos a venir todos y luego mandamos por nuestra familia, pero a los viejos no hay manera de moverlos de allí. Ni aguantarían la pasada. Por eso les mandamos dinero y vamos construyendo la casa.

Allá ellos están solos, pero a qué te quedas si no hay trabajo. Las fábricas están cerrando y las que abren pagan muy poco, seño. Apenas para irla pasando y ni pensar en progresar. ¿Y luego la troca?... no pos cuándo.

Pero eso sí, cuando le dijimos al coyote que queríamos pasar con todo y santo nos cobró también su cuota. Está acá con todas las de la ley. Nos decían que lo mandáramos por paquetería, pero cómo cree que íbamos a mandar a San Juditas como bulto en un camión. Y lo pasamos con todo y vitrina, seño. Si iba a estar por acá tenía que hacer el viaje completo, como un indocumentado más. Para que sepa de lo que se trata, si no cómo nos va a ayudar. Ya tiene hasta su green card falsa y toda la cosa. Bueno, hasta licencia de manejo le sacamos.

Y le hacemos la fiesta en grande. Toda la paisanada se junta y coopera para el baile. Ya sabe como es esto, seño: pretextos para la pachanga es lo que necesitamos. Algunos compas que formaron su banda se ponen con la música y entre todos ponemos lo demás. Comida y pomos nunca le faltan.

Pero no crea que todo le sale bien, seño. Ya nos debe algunas. Justamente cuando lo trajimos nos dejó a uno en el camino. Al Bule, que le decíamos, lo mordió una culebra y no hubo santo que lo salvara. Pero llegamos y le hicimos su primera fiesta. Y de allí pal real. Y sí nos cuida, como no, sí nos cuida. Ya hasta vienen de otros pueblos a visitarlo. Mejor le vamos a poner un santuario, porque cada vez viene mucha más gente. Resultó más milagroso que en el pueblo. Le hacía falta cambiar de aires, yo creo.

Allá mandamos dinero y seguimos construyendo la casa. Algún día nos vamos a regresar, seño. La tierra lo jala a uno. Pero con dinero, si no para qué. Con lo que mandamos llenan de luces el pueblo en la navidad. Todas las casas compiten para estar más iluminadas y se ve aquello bien bonito. Como colonia gringa, pero de las ricas. De veras que dan ganas de estar por allá y algún día nos vamos a ir, pero yo creo que sin hijos. Ellos ya son de acá; a veces ni español quieren hablar entre ellos. Yo siempre les hablo en español pero me ven como arcaico. Tienen acento gringo y todo eso, y lo poco que dicen lo cambian: son de los que parkean la troca en la marqueta.

Pero aunque sea sólo y mi alma, yo si voy a volver, señito. Ya lo verá usted, yo si voy a volver. Y voy a vivir en mi casa gringa y la voy a llenar de luces en la navidad. Si acaso, algún día vendré por acá para las fiestas de San Juditas Indocumentado. Pero ya con papeles y de visita.